EL TESO DE LA HORCA

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JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ PEÑA

VILLALBA DE LOS LLANOS POR JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ PEÑA se Encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento—NoComercial-Compartirlgual 3.0 Unported.

La Historia nos aporta,análisis y frases que nos van perfilando a las personas. Recordar a María la Brava como una heroina, nos induce al error. Recuerden el linaje de MARÍA LA BRAVA sus familias se habían educado enmedio de intrigas, guerras y violencia.Si me atengo a la descripción, firme, severa y tajante de Maldonado de Guevara: "María la Brava fue una hembra rica con relieves trágicos". Seguro que me hallo más cerca de la realidad.
Seguimos las pistas, sin ánimo de ser un anti María la Brava. Hacerlo, sería desvirtuar la realidad y la historia.

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Me pasa al igual que a Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, famoso escritor gallego, que redactó este texto hermoso, perteneciente a su obra COUSAS. Lo traduzco del gallego al castellano y me ajusto según mi leal saber y entender a realizar una traducción acorde a lo que escribió:
"Donde hay una cruz hubo siempre un pecado, y cada cruz es una oración de la piedra que hizo bajar el perdón del Cielo, por el arrepentimiento de los que pagaron y el sentimiento general de quienes lo hicieron.
¿Tenéis reparadas nuestras cruces aldeanos? Pues repararlas.
La Virgen de la Angustia, labrada en el reverso de muchas cruces de piedra, no es la Piedad de los escultores; es la Misericordia creada por los escultores.
Nuestros constructores, dejándose llevar por el polo del sentimiento, no podía máxime un hombre en el regazo de su madre.
Para los constructores de artistas Jesucristo es siempre pequeño, siempre es el niño porque él es el hijo, los niños siempre son pequeños en el regazo de nuestras madres.
Reparemos nuestras cruces y descubriremos nuestros tesoros”
"Donde hay un cruceiro (cruz) ha habido siempre un pecado, y cada cruceiro (cruz) es una oración de la piedra que hizo caer el perdón del Cielo, el arrepentimiento de los cuales pagaron y el sentimiento general de los que lo hicieron”.

UN PATÍBULO ESPEZLUNANTE

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Cada municipio estudiado, guardo un respetuoso recuerdo por cada rincón, peña, cruz, piedra, árbol, legajos históricos, vestigios arqueológicos, caminos, recodos, montículos o explanadas, arbustos…, todos ellos guardan una pequeña historia o leyenda. A veces violentas. Otras llena de pobreza, algunas huidas en estampida de judíos, árabes, visigodos, e incluso de emigrantes que no han encontrado en su entorno, una adaptación o el cariño de los nativos.
En la mayor parte de las veces, extrañas historias, que me llegan al alma, cual ciudadano errante, por ellos me gusta recoger, captar y plasmar aquello que puede hacer historia, contado por sus gentes.
Y este montículo, conocido por EL TESO DE LA HORCA, guarda horrenda historias, cautivas entre sus árboles, sin que el paso de los siglos haya borrado la negra historia, contada por el pueblo, llorando aquella causa, falta de libertad.
Hecho este inciso, prosigo el acopio de datos, en excelente compañía. Nuestro aeroplano del pensamiento sobrevuela los lugares más recónditos.
Viajo con una persona muy grata, Isidro, por la carretera agreste de la Maza dirección al municipio de Villalva, en su vehículo. Tiene que ir sorteando los hoyos, de la carretera, cual si fuera, un campo minado. En ocasiones, no vale la pena, los que burlas por un lado los enganchas por el otro.
Oteamos a lo largo el TESO DE LA HORCA, aunque luego, nos lo tapan las viviendas. Le digo: Isidro, ¿por qué se denomina el Teso de la Horca?
“En este fatídico lugar, María de Monroy y su esposo Enrique Enríquez, ajusticiaban a labradores y personas que no se doblegaban a sus intereses bastardos".
Prosigue-mi interlocutor- "en estos lares se llegaron a encontrar restos graníticos, pertenecientes a mazmorras, donde metían a los presos, antes de llevarlos a la encina de la HORCA,testiga muda de escarnios, asignada para este fin, hoy desaparecida. Un fuerte vendaval truncó su vida centenaria, conocida por la encina cuya soga colgó a humildes personas"
He querido conocer el paraje, hoy acotado por portillas, accediendo hasta arriba. Desde ese lugar se encuentra una bella panorámica de la Villa de Villalva de los Llanos, a lo lejos Negrillos.


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Desde esta cumbre, contemplo y me recreo en una maravillosa puesta de sol por poniente la tierra se riega de oro y por otra llena de encinas, vacas, cerdos, ponen un fresco verdor y color hacia la zona de Negrillos.
Mientras, me hallo rodeado de la encina del Sr. CURA, la de las MOZAS y todo el conjunto que le rodea, en su momento, fueron testigos mudos, de ajusticiamientos, donde mataron a labriegos.

La justicia, para ellos, era conculcada, la desobediencia a la jurisdicción de Salamanca manifiesta y ningún vecino hacia declaraciones contra ellos, sobre todo maría la Brava, ya que el murió joven.

El Teso de la HORCA, fatídico lugar, recordado por los vecinos, como el escaparate, donde el poderoso atentó, vejó y dio muerte a los súbditos de la VILLA.

JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ PEÑA

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